Leer a Kafka estimula el cerebro

Leer a Franz Kafka puede hacernos más inteligentes, según revela un nuevo estudio de la Universidad British Columbia y la Universidad de California.

La clave está en el surrealismo presente en textos como Un médico rural, escrito por Kafka en 1918. Según explica Travis Proulx, coautor de un estudio que publica la revista Psychological Science, "el significado de una cosa es una asociación esperada con nuestro propio entorno". Así, por ejemplo, el fuego se asocia con calor extremo, de modo que poner la mano sobre una llama y sentir de repente un frío extremo sería una "amenaza" para el significado de fuego.?Sería desconcertante, porque no tendría sentido?, explica Proulx. Y esa es la sensación que causan algunos textos de Frank Kafka.

Para comprobar sus efectos sobre el cerebro, Proulx y sus colegas pidieron a una serie de voluntarios que leyeran la historia de Un médico rural, en la que se suceden acontecimientos disparatados, mientras otros compañeros leían una versión diferente del mismo relato reescrita de forma que todo cobraba sentido. A continuación se les propuso un ejercicio de gramática, que los que habían leído al auténtico Kafka resolvieron con mejores notas.

"Las personas nos sentimos incómodas cuando las asociaciones que esperábamos resultan violadas, y eso crea un deseo inconsciente de dar sentido a lo que nos rodea". Esa sensación incómoda puede venir de una historia surrealista y "nos incita a aprender nuevos patrones cerebrales, a desarrollar una mayor capacidad de aprendizaje" , concluyen los investigadores.



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Éste es el artículo que leí hace unos días, y no quise esperar a comprobarlo, así que leí el relato corto.




Escrito en Praga durante el gélido invierno de 1916-1917, el relato ‘Un médico rural’ de Kafka se desarrolla como una auténtica pesadilla que a la postre entraría dentro del lenguaje habitual precisament ecomo ‘kafkiana’. El protagonista es un viejo médico de provincias que se pone en marcha durante una tormenta de nieve nocturna para ir a ver un paciente del que no sabe nada. Para más inri, su caballo acaba de morir, así que su sirvienta va de puerta en puerta suplicando ayuda… A partir de aquí se desarrolla los acontecimientos toman un giro más bien surrealista. 







OPINIÓN
Kafkiano, literalmente. Es increíble como en poco más de 4 páginas puedas sentir la sensación de miedo, encierro, vulnerabilidad y desconcierto tan grande, como se lee en este relato.
Recomiendo con fervor su lectura, no tardas más de diez minutos en leerlo, y te cambia por dentro. Aún tiemblo.
La pregunta que me planteo después es: ¿me ha estimulado el cerebro leer este relato? Y la respuesta es contundente, SÍ. Me ha removido por dentro.


Puedes descargarte este relato, haciendo click AQUÍ


 
 
Vista: La tormenta de nieve desde el coche de caballos
Gusto: Metálico
Oído:Ventisca
Olfato: Medicina, enfermedad
Tacto: La piel del médico






Sabe a vino 

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